La tesis central del artículo del Dr. Alejandro Serrano Caldera es que el posmodernismo da lugar no sólo a una realidad fragmentada, sino también a un nuevo sistema de vida cultural y social, basado en los modelos de globalización inventados en los centros de poder mundial. El concepto de globalización inspirado en la noción de totalidad de Hegel es un arquetipo universal, construido de acuerdo a las condiciones económicas, políticas y sociales y los cambios tecnológicos actuales. La uniformidad es el resultado del pragmatismo y de la transnacionalización de la producción, del resultado, en otras palabras, no de la sociedad comunista, sino de la sociedad consumista. El posmodernismo sin embargo también representa una ruptura con los modelos filosóficos racionalistas y con perspectivas que mantienen la posibilidad de explicar plenamente el fenómeno en el mundo. Por lo tanto, el paradigma de la postmodernidad no sólo permite la globalización, también crea la posibilidad de construir un tipo diferente de la civilización mundial, no se basa en la uniformidad consumista sino en nuevas alternativas filosóficas y una ética de valores. Esto permitiría la convivencia, el intercambio de beneficio mutuo y el diálogo entre las diferentes culturas. La creación de una civilización basada en una unidad de la diversidad es el desafío que enfrenta la filosofía latinoamericana contemporánea.