El artículo presenta una revisión de teorías clásicas sobre epistemología, política y
economía, que fueron producidas cuatro siglos antes de Cristo y en el período de la
Ilustración, y que han sido utilizadas para justificar la desigualdad que experimentan
las mujeres en estos campos. El paradigma de género, como teoría crítica, identifica y
denuncia el sesgo androcéntrico de las ciencias para explicar cómo se reproducen las
desigualdades de género en las estructuras sociales, a fin de contribuir a que a todos
los seres humanos se les garantice la igualdad efectiva.