Nicaragua, como el resto de países latinoamericanos vive una fase de fortalecimiento del Estado de Derecho. La justicia nicaragüense ha avanzado hacia su perfeccionamiento. Nuevas constituciones que consagran principios esenciales de respeto a la dignidad humana y de funcionamiento republicano del Estado, fueron creadas con el propósito de permitir a nuestras sociedades una estructura jurídica política que sustente el progreso y la convivencia armónica.