El presente estudio no pretende más que ofrecer algunas pinceladas, de carácter más o menos orientador y reflexivo, sobre una de las instituciones jurídicas que, para mi gusto, requiere de un profundo tratamiento por parte de la doctrina nicaragüense más autorizada (y obviamente con mayor talante y talento que los míos). Ello obedece especialmente a la importancia de la función reguladora que, en sede del Derecho Laboral, la autonomía privada está llamada a cumplir; la cual se caracteriza, como veremos, por la constante tensión dialéctica a la que se ve sometida en sus “relaciones” con la regulación heterónoma y con la autonomía colectiva.