Descripción
El desarrollo industrial y tecnológico y la enorme productividad a él unida, así como el incremento del poder adquisitivo de los ciudadanos en las sociedades desarrolladas y la mejora de la calidad de vida, han supuesto (a diferencia de épocas pasadas, en la que el consumo en un mercado de reducidas dimensiones, era un acto puramente aislado) que ya desde hace algunas décadas el “consumo” se haya convertido en un fenómenos de masas. En esa situación las personas se han visto inmersas en el seno de una serie de condiciones ambientales que las inducen a un consumo desmesurado o, cuando menos, a una adquisición desordenada de bienes y servicios.