Descripción
El diseño del sistema financiero actual se basa en la teoría económica predominante, que no contempla dimensiones amplias del proceso de desarrollo económico y de la reducción de la pobreza. Para la autora de este artículo, estas dimensiones han sido planteadas por las teorías económicas alternativas y feministas, y deberían ser incorporadas en el diseño de las instituciones financieras, sobre todo de las no convencionales. Pero la inclusión de la perspectiva de género en los programas de micro-crédito, no debe traducirse solamente en la preocupación por ofrecer más crédito a más mujeres o en la evaluación del impacto que dichos programas tienen sobre las vidas de las mujeres, sino también en una concepción más amplia de lo que son las mismas instituciones financieras.