La redacción de un nuevo Código Penal podría calificarse de urgente necesidad si tenemos en cuenta que nuestras normas penales no se adecuan a las exigencias jurídicas, sociales y políticas de un Estado Social Democrático y de Derecho, pues el Código Penal vigente (1974) no es más que un texto parchado por todas partes. E incluso el alguna ocasión doblemente parchado, que no aguanta más remiendos. De ahí la necesidad de la redacción y aprobación de un texto penal que obedezca a las nuevas tendencias político criminales del derecho penal moderno.