Descripción
En los últimos años ha crecido la popularidad de varios paquetes metodológicos más pequeños, más simples y menos costosos para medir el impacto de las intervenciones de microfinanciamiento. Estos métodos hacen énfasis en cómo mejorar los programas, entendiendo los procesos de impacto y sugiriendo cómo pueden responder mejor a las necesidades de su clientela. Sus defensores argumentan que las ventajas sobre los métodos más convencionales consisten sobre todo en mayores niveles de credibilidad, utilidad y eficacia. Argumentan que esos métodos pueden ser utilizados tanto para justificar inversiones como para mejorar los programas, incidiendo en una mayor efectividad de los costos incurridos. Pero frecuentemente la aplicación mecánica de esos paquetes produce resultados dudosos, que no obstante son utilizados para tomar decisiones sobre políticas. Este artículo presenta un balance entre los puntos fuertes y débiles de esos nuevos paquetes metodológicos.