La informática ofrece posibilidades de almacenamiento en ficheros, registros o bases de datos, tratamiento de la documentación y recuperación de la información registrada en soportes magnéticos, virtuales y flexibles. Permite controlar esa información y puede llegar a convertirse en un instrumento de presión y control social sobre las personas y su derecho a la intimidad y privacidad. Las personas, sus identidades e intimidades han sido reducidas a números, códigos de barras, claves de acceso, por lo que es fácil saber sobre ellos y controlar lo que hacen en sus trabajos cuando marcan entradas o salidas; en sus vidas diarias cuando acuden a los bancos a realizar cualquier operación bancaria, cuando se compra y se paga con tarjeta, al retirar dinero del cajero automático y al ser guardadas en ficheros de datos pertenecientes a entes públicos, privados o particulares.