Description
Las enfermedades mentales y la drogodependencia suponen estados psíquicos capaces de influir negativamente en la capacidad de comprensión y motivación de las normas jurídico penales, de ahí que, las personas que comenten delitos bajo los efectos de algún padecimiento psíquico intenso carecen de capacidad de culpabilidad, lo que será decisivo al momento de llevar a cabo el juicio valorativo consistente en determinar si es posible reprochar al autor su conducta delictiva. El tratamiento de las alteraciones o perturbaciones psíquicas en el ámbito jurídico penal ha evolucionado significativamente al punto que hoy nadie niega el carácter eximente de las enfermedades mentales; sin embargo, no ocurre lo mismo en los casos de drogodependencia o de síndrome de abstinencia, en el que los tribunales son reticentes a aplicar la eximente aun cuando se ha comprobado que la intensidad de la afectación incide en la capacidad de motivación del sujeto. En el terreno práctico la aplicación de las causas de inimputabilidad es variada, aun así, la doctrina y la jurisprudencia reconocen que tanto las enfermedades mentales como la drogodependencia son supuestos que afectan la imputabilidad, ya que impiden al sujeto comprender la ilicitud del hecho o actuar conforme a dicha comprensión.