La caída de las torres
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Data
2002-01Autor
Hinkelammert, Franz J. (Franz Josef), 1931-
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Archivo personal de Franz Hinkelammert.Crítica Jurídica. Revista Latinoamericana de política, Filosofía y Derecho, N° 20, enero-julio/ 2002, separata.
Teniendo como marco los atentados del II de septiembre del año 200 I sobre las Torres Gemelas de Nueva York, se hace una profunda reflexión de algunos marcos categoriales de la cultura moderna occidental capitalista. No se trata de una agresión terrorista externa a la misma tal como muchos autores conciben a la manera de un choque de civilizaciones en la terminología de Samuel Huntigton, sino que viene a representar una manifestación intracultural e interna, propia de la racionalidad instrumental de cálculo medio-fin, que el poder económico de las grandes potencias y de los grandes multinacionales desarrollan y ejercen proyectando la miseria y la desesperanza absoluta sobre toda la humanidad. Por medio de una racionalidad maniquea, de amigo-enemigo, rico-pobre, ganador-perdedor, el sistema y su casino de global players deshumaniza a las víctimas a la par que se deshumaniza a sí mismo. La obtención de riqueza anula a los sujetos humanos y éstos se aniquilan entre sí. Sólo con una ética del bien común y solidaria, se puede empezar a poner freno a esta espiral de violencia que si nadie lo remedia, nunca tendrá un punto de retomo.
The text, having as a landmark the attacks of September 11th, 2001 that have hit the Twin Towers of New York, makes a deep reflection on sorne category marks of the modern, capitalist Western culture. This is not the matter of a terrorist aggression foreign thereto, as many authors conceive as being a shock between civilizations, in Samuel Huntington's terminology, by an aggression that represents an intra-cultural and internal manifestation that is proper of the instrumental rationality of the means-end calculus, that the economical potency of lhe large powers and multinational corporations develop and exercise, projecting misery and absolute despair over humanity. Through a maniqueist rationality of friend-foe, rich-poor, winner-Ioser, the system and its global player casinos de-humanize the victims and at tlle same time de-humanize themselves. Only with an ethics of common good and solidarity is it possible to put reins on lhis spiraling violence which, should there no be opposition, will reach a point of no return.