"La globalización debe adquirir un compromiso social, que no tenga como contrapartida la miseria y la exclusión de millones de seres humanos en el planeta". Estamos inmersos en una escalonada crisis económico-financiera y no podemos hablar de crisis coyuntural, sino de crisis estructural por sus efectos económicos y sociales. Las terceras vías no buscan sólo una reestructuración del funcionamiento económico, sino reconversiones sociales y humanas más profundas. El exponente de terceras vías no defiende sus propios intereses, sino la superviviencia digna de millones de seres humanos. Ota Sik ha sido uno de los hombres que ha buscado una economía "con rostro humano". No la encontró ni en el capitalismo liberal ni en el socialismo-comunista de su tiempo. Ésta ha sido también la historia del siglo XX: la búsqueda de terceras vías.