Hay una encrucijada de problemas y una encrucijada de objetivos. Hay una encrucijada de posiciones e intereses y hay una encrucijada de propuestas. Hay una encrucijada de necesidades y todavía no se le ve la solución a esta encrucijada. En realidad, no hay consenso nacional ni sobre los problemas ni sobre los objetivos preferenciales. Y no hay unidad en las posiciones ni en los enfoques porque cada grupo tiene sus propios intereses y tiende a preferirlos a los demás. Si a esta falta de unidad interna se agregan las opciones y presiones externas, se plantea la pregunta, ¿quién orienta en esta desorientación?. Puestos en la encrucijada de la crisis, la guerra, la deuda, el terremoto y la reconstrucción con desarrollo, aquí se propone una "economía social con mercado" para orientar la búsqueda común de la solución nacional.