Este nuevo sondeo, con población potencialmente amenazada por la industria minera, confirma el desacuerdo generalizado de las comunidades estudiadas frente a la posible apertura de proyectos de minería metálica en sus municipios y en el país.
Esto probablemente se deba a que la población no solo no identifica impactos positivos producidos por la incursión minera en sus municipios, sino que también adelanta algunas de las graves repercusiones que
esta actividad puede traer a sus comunidades, a la actividad económica local y principalmente al medio ambiente.