Para la determinación del Impuesto a las Ganancias que deben tributar las empresas se parte del balance contable para luego adecuarlo a los criterios impositivos. El balance del cual se parte es aquel confeccionado en Moneda Nominal y en los ajustes que se realizan tampoco se considera el efecto de la inflación sobre las cifras utilizadas. Según las conclusiones arribadas en las líneas de investigación precedentes el resultado en moneda nominal se encuentra incrementado de manera ficticia y dicho incremento se da en cualquier situación o composición patrimonial en el largo plazo. En el corto plazo se pueden presentar casos poco frecuentes en los que de manera temporal el resultado en moneda nominal sea inferior al resultado en moneda homogénea. Esto nos lleva a la hipótesis que las empresas deben afrontar una carga impositiva significativamente mayor a la que corresponde aparte de las inequidades que pueden producirse entre diferentes contribuyentes.