La diferenciación entre las zonas segregadas y los polos de desarrollo del departamento en cuanto a la cobertura de servicios, infraestructura, equipamiento, etc., generan incompatibilidades que son posibles de disolver mediante la visión de la nueva ruralidad que busca articular estas zonas formando un sistema urbano-rural que determine nuevas funciones de los centros urbanos con base en la ruralidad circundante, que permita las actividades agropecuarias y no agropecuarias en las zonas rurales y que determine territorios urbano-rurales en donde las relaciones personales determinen los procesos asociativos que tienen como fin último mejorar la calidad de vida de la comunidad.