Descripción
El escritor y político inglés Edmund Burke, hace más de dos siglos, mencionó
que la prensa es el cuarto poder del estado. Desde ese entonces, hasta la actualidad, esta
declaración se ha ido transformando en realidad: la prensa posee un poder importante
dentro de la sociedad. Pero, ¿a qué nos referimos como cuarto poder?
Desde su nacimiento y a lo largo de su existencia, la información se ha
convertido en un instrumento de poder; ha sido capaz de atraer la opinión de la sociedad
influyendo en ella, “se ha constituido como una documentación seria para la historia,
registra los hechos, prepara las reformas o las revoluciones; sitúa y opone los partidos,
es un maravilloso instrumento de propaganda para las ideas”1. Para algunas personas, la
gran mayoría de empresas informativas se han convertido en elementos de
manipulación 2 a través de las cuales se defienden diversas posturas e ideologías,
constituyéndose, inconscientemente, en nuestra manera de pensar.
El político y pensador francés Barón de Montesquieu, estableció, a inicios del
siglo XVII, la división de los poderes de la sociedad, como una necesidad y respuesta
ante el abuso de los monarcas autoritarios. Esta división de poderes le permitiría al
pueblo tener una mayor participación en las decisiones de un estado o nación. Es así, que en las sociedades occidentales existen tres poderes: ejecutivo,
legislativo y judicial, y dentro del contexto de información la prensa se ubica como un
cuarto poder, ya que suple una de las necesidades básicas y más antiguas de la
humanidad: el acceso a la información.
La prensa es de los medios de comunicación masiva (mass media) con mayor
historia e importancia en el mundo contemporáneo; es difícil establecer el período o la
fecha exacta del nacimiento de esta empresa informativa, podríamos decir que: “la
prensa nació casi con el descubrimiento de América y ahora está presente en casi todo el
mundo, plasmando en sus páginas a lo largo del tiempo, la historia de la humanidad y
comunicándola”.