La espiritualidad ignaciana es una espiritualidad de
paradojas. Los jesuitas suelen decir que son “contemplativos
en la acción” y que su “idelidad es creativa”. ¿Se
puede ser contemplativo al mismo tiempo que se busca
transformar la realidad social?, ¿cómo ser iel a una
tradición e innovar a la vez? La propuesta ignaciana tiende
a ser integradora y une lo que en apariencia es opuesto.