Desde hace más de una década, la Organización de Naciones Unidas ha manifestado
su preocupación por la trata de niñas, niños, adolescentes y mujeres para su
explotación y esclavitud y por el incremento del número de víctimas a quienes se les
violan sus más elementales derechos humanos. La trata de personas1
es un medio para la
perpetración de múltiples actos ilícitos, que van desde las adopciones irregulares, hasta
las más aberrantes formas de explotación sexual comercial, laboral y tráico de órganos,
lo que ha motivado a este organismo internacional a impulsar la elaboración
y aprobación de protocolos y convenios para luchar contra este delito y lograr que
los Estados Partes ratiiquen los mismos y se comprometan a su implementación.
La trata de personas es un delito tipiicado como tal en los códigos penales de la
mayoría de los países del mundo; además es un problema social, variado y complejo
ya que se maniiesta en todos sus ines, como son la explotación sexual y laboral
(trabajos agrícolas, domésticos, manufactureros y mendicidad), pornografía y vía
el llamado turismo sexual.