En los últimos años, la fotografía y los aparatos que la posibilitan han representando, más que una novedad, un reto para los humanos, puesto que modifican vertiginosamente nuestra relación con el mundo. Las nuevas tecnologías y aparatos al alcance de nuestras manos parecen no sólo provocar que la fotografía configure con mayor capacidad nuestro mundo, sino que esta particular configuración se extrae a partir de estas nuevas tecnologías y posibilidades.