Este capítulo intenta acercarse a un caso de personas esclavizadas, el de campos de entrenamiento localizados en Tala en 2017, porque cimbra las nociones que existen sobre desaparición de personas, desdibuja los límites entre víctimas y verdugos, da elementos para reflexionar sobre las nuevas subjetividades construidas para esta “guerra”, sobre el uso de los cuerpos en un contexto de profundización del neoliberalismo y acerca de nuevos sistemas de control y sometimiento.