Este capítulo muestra una experiencia que conecta el trabajo educativo y de organización de comunidades en la Sierra de Manantlán en Jalisco, con consumidores organizados en la ciudad de Guadalajara, México. La conjunción de esfuerzos de articulación se orienta hacia la construcción de territorios solidarios, más allá de la visión sesgada de las reglas de mercado.