Dedicamos nuestro número actual al sacramento de la penitencia, como una consecuencia de nuestro número anterior sobre el nuevo enfoque de la moral. Es evidente que los tiempos y los acontecimientos actuales nos conducen a una profunda reflexión sacerdotal. No son tiempos ni acontecimientos que puedan dejarnos indiferentes o pasivos. Así pues, invitamos a todas y todos nuestros lectores a la reflexión.