El intento de este número es teológico, y no de sociología religiosa. No se trata de describir al Dios que conciben los pobres como un sector social, sino de profundizar en y proclamar al único Dios de la Biblia y la tradición cristiana.
Este número saldrá a luz durante la III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano. Esperamos que el Dios de los pobres se haga presente en ella con su anuncio y con su denuncia.