La Política Nacional de Igualdad de Género (PNIG) aborda la discriminación estructural contra las mujeres como un problema nacional, enraizado en patrones socioculturales y estereotipos que favorecen lo masculino sobre lo femenino. Esta discriminación se manifiesta tanto en la sociedad como en las instituciones, donde la cultura institucional refuerza la desventaja de las mujeres. Uno de los objetivos clave de la PNIG es garantizar la participación de las mujeres en espacios de toma de decisiones, especialmente en roles directivos del servicio civil. Sin embargo, las estadísticas revelan una brecha significativa en la representación de mujeres en roles directivos en comparación con su participación general en el servicio civil. Aunque las mujeres representan el 58.1% de los profesionales en el servicio civil, su participación en roles directivos es solo del 43%. Aunque la educación superior ha contribuido al crecimiento de mujeres en roles profesionales, esta tendencia no se refleja en su presencia en roles directivos. La investigación se llevó a cabo en tres ministerios con diferentes niveles de representación de mujeres en roles directivos. Las causas identificadas del problema incluyen la discriminación social, la división sexual del trabajo y la debilidad institucional en igualdad de género. Las alternativas de solución propuestas incluyen la implementación de un Servicio Civil meritocrático con enfoque de género, políticas de cuidado, redes de mentoría para mujeres y mecanismos para prevenir y abordar la violencia de género en las entidades estatales.