El objetivo del artículo es resaltar la importancia de las actitudes individuales de los miembros de las organizaciones para que la empresa toda pueda ser exitosa y para alcanzar la satisfacción laboral individual. Que el trabajador individual se haga responsable por sí mismo requiere de un delicado equilibrio entre su disposición personal a participar y producir y de las políticas de recursos humanos de la organización a la que pertenece.