Los últimos años permiten vislumbrar cambios sustantivos en las relaciones entre religión y cultura, los que también se manifiestan en el nivel epistemológico. Se van modificando los sentidos y fenómenos sociales de carácter religioso y laico conjuntamente con los paradigmas para su análisis y comprensión. Esto no sólo ha impactado en el estudio del presente sino que ha abierto también nuevas perspectivas historiográficas que revisitan el pasado con miradas y preguntas que ayudan a detectar realidades mucho más complejas e híbridas que las planteadas en etapas previas de este tipo de estudios.