Descripción
El presente artículo se ocupa de la creación de ambientes de aprendizaje lo suficientemente dinámicos y poderosos como para que estimulen a los estudiantes a aprender a aprender, a pensar activamente y a resolver problemas con habilidad. Basándose en resultados de investigaciones anteriores, propone cuatro componentes básicos para el logro de esas metas: conocimientos específicos (que hacen al contenido de una materia), métodos heurísticos, habilidades metacognitivas y aspectos afectivos, y se detiene especialmente en el tratamiento de la metacognición y las ideas previas. Luego de describir las características de los procesos de aprendizaje efectivos, el autor presenta ambientes de aprendizaje poderosos y dinámicos en los cuales los estudiantes están motivados y realizan procesos que les permiten alcanzar los resultados esperados. El aprendizaje es concebido como un proceso activo, cooperativo, progresivo y autodirigido, que impacta directamente en la concepción del vínculo alumno-docente.