Nuevas relaciones de organización del trabajo suponen nuevas formas de comunicación. La tecnología y los sofisticados sistemas de apoyo a la decisión siempre han sido vulnerables al cambio. Una comunicación clara, que trasunte respeto y firmeza de propósitos, parece ser la salida posible para el mantenimiento de la cultura organizacional. Estudiar la cualidad de la comunicación junto con las exigencias de los mercados globales en sintonía con patrones cualitativos crecientes, inclusive con gestión de calidad, son los desafíos que se exploran en la investigación que da origen a este trabajo.