Hannah Arendt, en su obra clásica La Condición Humana, encuentra el nacimiento de la vida pública en el ágora griega y la define como ese espacio donde se encuentran los iguales y se descubren como ciudadanos; en contraposición, vivir solo es “estar privado” desprovisto de comunidad: “lo público es lo que se muestra en condiciones de co-presencia (de encuentro); lo privado es lo que se esconde del mundo público, pero cuya existencia es conocida e imprescindible” .