Algunos estudios han señalado que jugar de manera prolongada videojuegos favorece la adquisición de una segunda lengua gracias a que esto genera experiencias de juego placenteras y retadoras. Sin embargo, no se sabe si esta situación sucede en el caso de los videojuegos de terror, pues estos se caracterizan por generar experiencias de mucha ansiedad y miedo, lo cual se opondría a la hipótesis del filtro afectivo de Krashen. El objetivo del presente trabajo de investigación es explorar si la experiencia de juego prolongada con el videojuego Resident Evil 2 favorece o no la adquisición y/o el aprendizaje de inglés como segunda lengua. Con fundamento en las 5 hipotesis que integran la teoría de adquisición de una L2 de Krashen, se llevó a cabo un estudio empírico de corte cualitativo en el que se observó a tres participantes en plena experiencia de juego (de 6 a 8 horas en total, y sesiones de 2 horas). Se encontró que al principio los participantes empezaban hablando en su lengua materna, y después empezaron a comunicarse de manera silenciosa en inglés, y al final en inglés repetían palabras y frases sencillas del videojuego. Lo anterior permite conjeturar que este tipo de experiencias de juego prolongadas con el juego de terror Resident Evil 2 podría permitir al jugador atravesar por los periodos de fluidez que propuso Krashen.