Descripción
Los fluidos que recorren mi cuerpo cuentan las historias de lo que él y mi mente experimentan cada día, mi forma de pensar, mi manera de percibir e interactuar con el mundo. Cuando ya no están conmigo, siguen viviendo a través de lo que contienen más allá de lo físico.
Mis fluidos son narradores de historias, cada uno es testigo de mis días, fluidos que recorrieron mi cuerpo en cada uno de los momentos y que dentro o fuera de mí, los llevan consigo para siempre.
Una pieza, un día; un día, una historia; muchas historias, un diario.
Por lo tanto, los fluidos contenidos en vidrios, unos encima de otros, uniéndose por su misma textura y viscosidad, fueron los cúmulos de memorias expuestas. Cada uno con una tarjeta que le correspondía a su historia, a su momento. Doscientas piezas de vidrio, doscientas memorias.