La proliferación de Internet y las redes sociales coloca como eje central
de discusión la emergencia de nuevos espacios para la comunicación, organización y movilización social. En estos espacios de crecientes flujos de
interacción en los medios digitales, emerge una figura llamada prosumidor (en inglés produser o prosumer), la unión del productor y consumidor
que redimensiona no solamente el clásico modelo comunicacional sino
que supone la posibilidad de establecer un diálogo entre los ciudadanos y
la política.