Una religión cuyo símbolo central es la sangre y en cuyo nombre se la ha derramado tan profusamente a lo largo de dos milenios ¿puede pretender credibilidad en el mundo de hoy como interpretación y guía práxica del sentido de la condición humana? Para el autor de esta reseña, tal es el reto que plantea la novela El Evangelio según Jesucristo, del Premio Nobel de Literatura José Saramago, a los teólogos, historiadores y pastoralistas católicos.