Cumplir 30 años es ocasión para recapitular y para soñar; para recordar y reconocer a quienes hicieron posible lo que hoy somos y para exaltar el trabajo, la dedicación y la consagración de quienes durante todos estos años han dedicado su vida a cumplir con los propósitos de la Facultad y para dar gracias a Dios por su munificencia para con todos nosotros y pedirle que bendiga nuestros esfuerzos cotidianos y nuestros planes y realizaciones futuras...