Varias aproximaciones se han hecho alrededor de la novela Estaba la pájara pinta sentada en el verde limón (1975), de la escritora colombiana Albalucía Ángel. Durante los 42 años que han transcurrido desde su publicación, la crítica ha dedicado algunas páginas a intentar comprenderla. Las primeras aproximaciones se quedaron francamente cortas frente a la magnitud de la narración, con varios teóricos rotundamente perdidos entre el laberinto de su estructura y aturdidos frente al impacto temático y social que maneja la autora. Con los años, los acercamientos teóricos se han empeñado en comprenderla y en la actualidad es posible hallar textos y propuestas que permiten tener un margen de entendimiento mucho más alto. El presente trabajo espera poder seguir el camino de estas propuestas que abogan por la comprensión y discusión de La pájara pinta. Para lograrlo, se sigue una pregunta inicial, sumamente simple, que da origen a las hipótesis del trabajo: ¿qué es lo que hace diferente a la novela?
Todo aquél que se haya sumergido en el mundo creado por Albalucía Ángel seguramente habrá pasado por un breve período de confusión, enfrentándose a una historia absolutamente diferente, tanto en el aspecto formal como en el contenido. Más allá de la sorpresa y la maravilla, el texto implica una descolocación por parte del público, obligándolo a abordarla de forma distinta (pues no es como ninguna otra novela). Este cambio en la manera de abordarla es lo que brindó las primeras luces para realizar el presente análisis y lo que convirtió la investigación en un proceso vital, una búsqueda necesaria por la comprensión de un mundo tan fascinante como el de La pájara pinta.