El presente trabajo busca trascender de la lectura tradicional que pretende promover la lectura en los niños sustentado en que éste es un derecho constitucional. Se propuso entonces como punto de referencia, analizar la biblioteca como espacio social que permite mediante la lectura, escritura u otras actividades culturales entender como el grupo social del caso, asume nuevas experiencias aceptándolas como placer, o rechazándolas como obligatoriedad, todo esto con el fin de generar elementos creativos que permitieran a los niños apropiarse y potencializar este espacio como elemento dinamizador de su imaginación y expresión. Se presenta la sistematización de la experiencia con niños entre los 8 y 12 años entre los años 2009 y 2011 de la comunidad de Nocaima, Cundinamarca, en la que se indagó el imaginario de los niños sobre cómo debería ser este espacio para desarrollar y diseñar la biblioteca que responda a sus imaginarios y necesidades de pensar, estudiar y/o tener espacios de diversión (esparcimiento) en sus ratos libres.