Descripción
El proyecto Aerosol nace como un cuestionamiento entorno al espacio público en el mundo contemporáneo, sus problemáticas y diversidad. Oportunidad de diseño el espacio público es en la ciudad el único lugar con las características y los elementos que facilitan la relación entre los ciudadanos, las calles y las plazas han sido durante años contenedores de cultura y urbanidad, la ciudad como producto por excelencia del hombre determina la forma de sus relaciones y sus vínculos, la calle es en potencia el canal de comunicación entre los ciudadanos. En las últimas 2 décadas Bogotá ha sido objeto de nuevas iniciativas por recrear un sentido de pertenencia, una ciudad más accesible por unos ciudadanos más activos, aunque el proceso se ha detenido, éstas iniciativas promueven el espacio público como escenario de aprendizaje, a partir de experiencias novedosas, la educación o el arraigo de información de los ciudadanos, y la libre expresión del mismo. Para entender el espacio público de esta manera es indispensable poner a prueba la identidad del sujeto, promover su sentido de pertenencia con su ciudad y la apropiación del espacio público por el ciudadano cualquiera que este sea. Apropiación entendida, al igual que Lefebvre, como lo que se pone al servicio de las necesidades humanas, distinguiendo esta idea de la de propiedad. El concepto no es usado aquí como enajenación, robo, sino más bien como uso, una suerte de interacción, dinámica mediante la cual cada elemento toma del otro una parte y la usa para su beneficio, generando una nueva práctica sensiblemente diferente a la planteada por ambos. Manuel Delgado, El animal Público. La experiencia en la calle se da de forma espontánea, los relatos se cruzan generan nuevos nodos, cualquier actividad que se realiza en el espacio público brinda una enorme variedad de relaciones o dinámicas que se mueven, la apropiación genera además de identidad la posibilidad de reconocer y evidenciar esa información del no lugar (Marc Auge) por medio del otro. Los cambios en la configuración de la ciudad han determinado que también cambien las formas en que nos relacionamos en la calle, las nuevas tecnologías, el aparecimiento acelerado de centros comerciales, las fuertes brechas entre lo público y lo privado y otras problemáticas han conducido a un individualismo crónico y una indiferencia prolongada, el espacio público debe representar por definición el lugar de una accesibilidad casi completa, el lugar donde la vida en comunidad nos trata a todos como iguales donde tenemos cierta libertad que solo se ve determinada por la ley o por ciertos acuerdos sociales, la percepción de la existencia del otro se limita, se reconoce pero no sin antes producirlo como diferente en relación a nosotros mismos mediante juicios de valor la mayoría de veces desde el desconocimiento.