Una instalación que invita a recorrer un espacio imaginario de lo que podría ser la memoria. Su demarcación obedece a una fragmentación de la historia que se intenta recordar en tres momentos, y que constituyen en sí, tres objetos expandidos sonoramente. Cada pieza puede ser escuchada independientemente y en conjunto al mismo tiempo, así que cada espectador oye algo único, según su posición y sus movimientos. Lo sonoro no solo pretende ubicar al espectador en un lugar, sino generar elementos que aproximen a una comprensión de los diferentes estados emocionales por los que atraviesa el personaje principal.