El Río Bogotá se ha convertido en el patio trasero de la capital y de los municipios que recorre. Sus altos índices de contaminación, el desarrollo no planificado de sus bordes, los asentamientos de población marginada en sus orillas, el cambio de su cauce, las inundaciones con grandes pérdidas económicas y materiales, la deforestación y la predominancia del uso agrícola y ganadero lo comprueban. Es paradójico entender que el río es la columna vertebral de todo un ecosistema pero al verlo transversalmente es un elemento de ruptura que no permite la conexión entre lo natural y el contexto urbano o rural. Este proyecto propone entonces, una intervención que permita recuperar ambientalmente el elemento natural y convertirlo en detonante para la elaboración de un proyecto urbano que junto con su arquitectura proponga Una nueva manera de relacionarnos con las fuentes hídricas que nos rodean, y como en muchos casos lo que alguna vez ha sido un lugar abandonado y contaminado ahora se convierta en lo más importante de la ciudad y reestructure las dinámicas sociales y ambientales entre lo urbano y lo rural.