La siguiente exposición tiene por objeto: la subjetivación y desubjetivación en el uso de los placeres. Este trabajo, de carácter interpretativo, pretende ser un estudio riguroso acerca de la lectura de Foucault de los diversos modos de constitución de subjetividad en un abordaje del uso de los placeres. Para el estudio resulta fundamental el retorno a la filosofía griega, según la propuesta del francés, con miras a analizar la noción de placer a la luz de los procesos de subjetivación y desubjetivación. Ahora bien, más allá de las posibles implicaciones en lo que atañe a las relaciones de poder en general, lo que se procura es su centralización bajo la apuesta del gobierno de sí, que ineludiblemente permea la esfera en la que el individuo deviene sujeto y que a su vez nos sitúa en la última etapa del pensamiento de Foucault.
En el desarrollo de la investigación, el texto sobre el cual se sustenta principalmente la reflexión es: Historia de la sexualidad II – El uso de los placeres, sin embargo, también se emplean otras fuentes que permiten recoger nuevas perspectivas en la obra del francés, como se evidencia por medio del concepto de desubjetivación propuesto por Giorgio Agamben. En este sentido, se presenta la posibilidad de constitución de una subjetividad en la modernidad, en el marco de la reivindicación de la noción de placer en las tensiones entre subjetivación y desubjetivación. No se puede perder de vista la pugna entre la concepción de placer, fundamental en los planteamientos de Foucault, y la concepción de deseo que según el francés es fruto de la doctrina cristiana de la carne; en el reconocimiento del deseo se encuentra un punto de inflexión donde las prácticas sexuales vienen a ser consideradas como un bien o un mal moral en sí mismo, prototípicamente bajo la figura del sujeto de deseo, y no propiamente como la administración de la actividad sexual según un régimen que favorece a las artes de la existencia.