La pregunta de lo público remite a las múltiles maneras como los hombres, mujeres, grupos, códigos, identidades y sectores diversos de la sociedad han luchado por obtener el derecho a la palabra pública, por hacerse oír y por dejarse ver. Situación que obliga también a considerar el papel de los medios de comunicación, máxime cuando una de las características de las democracias podernas ha sido la ampliación del "poder temático" de la sociedad. El autor propone una breve discusión con algunos de los supuestos que, desde la teoría liberal clásica, han fundamentado la relación entre medios de comunicación, esfera pública y democracia. Primero, discute la idea de que los medios han sido depredadores de la esfera pública; luego polemiza con el concepto de que a la esfera pública solamente se accede por la vía del modelo cívico republicano. Por último, plantea que el principio normativo de los medios de comunicación, ya sea como "foro de debate público" o como "perros guardianes" de la democracia, requiere una revisión profunda de sus alcances y limitaciones para que no termine siendo obsoleto.