Los documentales familiares son esos relatos de la realidad más cercana, la de nuestra familia. El hecho de que se crea saber todo a cerca de esta historia que se desea contar no quiere decir que sea cierto que esto pase. Es decir, empezamos por las ganas de contar un relato que creemos importante para el reconocimiento de otros en nuestra propia vida, creer que estamos contando algo para que los otros
Para el encuentro de todas estas etapas de realización y para el entendimiento del proceso, se realizaron diferentes investigaciones, una de ellas fue leer diferentes autores que hubiesen escrito sobre las experiencias al realizar documentales de todo tipo y compararlos con los procedimientos que tuvieron los diferentes realizadores entrevistados que sí realizaron específicamente documentales familiares.
Los primeros pasos para la realización de un documental familiar se encuentran en la experiencia y en el conocimiento de los personajes a retratar. Es claro que cualquier historia se puede contar, pero es necesario encontrar el motivo más allá de nuestra propia mirada para el interés y reconocimiento del otro en nuestro relato. Una propuesta desde este análisis es: todo relato familiar tiene como deber el enseñarnos algo más allá de solo mostrar la experiencia y el sentir de los hechos relatados. Si dentro de nosotros se realiza una catarsis puede que en el espectador se esté realizando al menos un leve cambio de propuesta o pensamiento ante la vida.
Cinco diferente propuestas en el proceso se abarcan: la primera tiene que ver con un prejuicio, donde se inicia el viaje de descubrimiento de la historia sobre la realidad y verdad del relato y lo que se supone traía nuestra mirada como realizadores de esta historia.