Este trabajo presenta una lectura de Notas (1954) de Nicolás Gómez Dávila desde una pregunta básica: ¿cómo se plantea la relación entre escritura y filosofía en Notas?, que apunta tanto a la naturaleza del texto como a la del pensamiento que se despliega en él. Mi hipótesis es que Gómez Dávila comprende la filosofía como forma de vida y como actividad del espíritu, prácticas que se ejercen ante todo en la escritura. Esta lectura de Notas se orienta por el principio de que la obra ofrece las claves de su propia interpretación. Gómez Dávila elabora en Notas su decisión de vivir una vida consagrada a la lucidez, una vida en el pensamiento. Esta vida es la filosofía en su acepción más originaria. Para vivir esta vida necesita pensar, y para pensar necesita escribir. La escritura se comprende como posibilidad de la vida y de la filosofía. La cuestión de la escritura no es un asunto de técnica literaria, filosófica ni retórica no en el sentido en que estas áreas de estudio se conciben en la modernidad.
El primer capítulo, justifica la opción por una interpretación de Notas centrada en Notas. La primera sección señala las líneas sobre las que apoyamos la lectura. La segunda sección desarrolla una de esas líneas: la relación entre la obra y su tiempo. El segundo capítulo elabora la opción gomezdaviliana por una vida de lucidez en la razón y la escritura. Estudia varias notas de las primeras páginas de la obra que semejan un prólogo. Gómez Dávila presenta Notas como un libro sobre ideas y a quien de ellas se ocupa como humanista. El tercer capítulo aprovecha que los dos anteriores han establecido el modo gomezdaviliano de habitar la modernidad como un observador consagrado a las ideas sobre las que escribe y piensa gracias a que una peculiar forma de leer. Este capítulo estudia la manera gomezdaviliana de leer, su manera de relacionarse con los autores. Como humanista, lee para formar su espíritu por asimilación de autores. La relación de Gómez Dávila con los autores se consuma en la escritura por medio de varios actos de apropiación, citación y reescritura. Estos actos muestran un patrón: se disponen según el espectro de sus afinidades y sus hostilidades espirituales. El capítulo finaliza con tres ejemplos de formas de cierta hostilidad: desde la cariñosa hostilidad que une a Gómez Dávila con Nietzsche, a la hostilidad curiosa y casi obsesiva que lo lleva una y otra vez a Marx, para terminar en la desconcertante experiencia de la lectura de Sade, en la que leer es confrontarse con lo más ajeno. El cuarto capítulo es un movimiento reflexivo sobre la relación entre la escritura y la noción de filosofía como forma de vida. Esta noción de la filosofía que es clásica convive en Gómez Dávila con otra: la filosofía como actividad del espíritu, noción humanista de la filosofía. Ambas configuran una objeción viva a la manera moderna de ver la filosofía como disciplina o profesión. Este trabajo cuenta con un índice onomástico de Notas y dos tablas: una de citas explícitas y una tabla en la que localizo las expresiones en lenguas extranjeras.