La presente investigación se sitúa en la ciudad de Bogotá en las tres primeras décadas del siglo XX, específicamente en los escenarios de formación musical que promovían formas concretas de percibir la música y de producirla, generando diversas manifestaciones de colonialidad en las que Europa se convirtió en un referente. En ese sentido, se centra en la revisión y análisis de las publicaciones y debates que se desarrollaron alrededor de la definición de lo que debía ser considerado el buen gusto musical, tanto en los músicos como en el público en general. Bajo este punto de partida, el primer capítulo profundiza en las discusiones que sostuvieron algunos músicos bogotanos acerca de los parámetros de enseñanza que se impartían o se debían impartir en la Academia Nacional de Música y el Conservatorio Nacional de Música, para alcanzar el buen gusto musical que era representado por Europa. En el segundo capítulo, se abordan las ideas pedagógicas que sustentaron la necesidad y la pertinencia que tenía la enseñanza de la música, para la educación del niño colombiano y específicamente de su oído, y así conducirlo a la formación de su buen gusto musical. Finalmente, en el tercer capítulo, se presentan algunos textos que fueron reglamentados para su uso en las Escuelas Normales del país, analizando la manera en que se promueve la formación de la correcta percepción musical, así como los lenguajes, sonoridades y corporalidades que hacían posible concebir la música.