En los últimos años de su corta vida, Simone Weil escribió el ensayo La Ilíada o el poema de la fuerza, un hermoso y lúcido canto a la virtud griega evidenciada en la cruenta guerra de Troya. A partir de allí, y a través de una exploración de su obra, el presente artículo intenta dilucidar el papel de la fuerza como clave para interpretar los fenómenos sociales y las relaciones entre los hombres. Asimismo, pretende comprender el significado y el valor del dolor y del sufrimiento como constitutivos de lo humano; lo que en esta filósofa, cuya vida fue totalmente coherente con su pensamiento y sensibilidad, no es otra cosa que el puro acercamiento a la pureza de lo divino.