A partir de las novelas Cayó sobre su rostro (1955) y Los dueños de la tierra (1958) de David Viñas, este trabajo indaga en una configuración correlativa entre la conquista del territorio patagónico y la imposición de una modalidad familiar, sexual y racial específica. Las dos narraciones trazan una relación necesaria entre la apropiación violenta de la tierra y los ordenamientos biopolíticos que emergen de este proceso. De este modo, Viñas interviene en el debate político cultural de fines la década de 1950 poniendo en discusión la legitimidad de un proyecto de país que se desmoronó con el peronismo.