Ante el cambio generacional que se produce aceleradamente en nuestra sociedad, el cambio en los paradigmas educativos debe ser constante. Es decir, que la educación, incluyendo a los docentes como parte fundamental y activa del proceso, debe ser conscientes de los cambios y de como la forma en la que se ejerce el rol en el aula de clase es capaz de causar impacto significativos y relevantes en la vida de los estudiantes. Este hecho, nos lleva a replantearnos las estrategias, dinámicas, formas y acercamientos de los estudiantes con el conocimiento, incluyendo en medio de todo esto la repercusión que la tecnología tiene en nuestros días.
Por tanto, resulta necesario acudir a aquellos pedagogos y pensadores, que veían en la educación algo mas que un simple paso de información o la mera repetición de contenidos, sino que veían en ella el potencial de lograr cambios sociales significativos y permanentes. En este campo en América Latina destaca el escritor Brasilero Paulo Freiré, quien con su pedagogía del oprimido, denuncio un sistema de educación inhumano y expuso alternativas validas a cualquier contexto, especialmente aquellos de los menos favorecidos, para que a través de la educación se lograra la anhelada libertad del oprimido.
Este trabajo, se vale del planteamiento de Freire en oposición al sistema educativo bancario y lo que el llamaba educar para la libertad, en pro de los oprimidos y en la búsqueda de una educación mas humaizante para todos, una en la cual mas que buscar la repetición, se logre la realización.