La sincronía replicante de 100 billones de células del cuerpo humano que se conectan con diversos sistemas, desde la naturaleza objetiva, hasta el cosmos, en términos de interconectividad y similitud, como un todo armonioso y dinámico de relaciones simbióticas, autorreguladas por fuerzas biológicas, físicas, sociales y celestes. Nos configuramos como ventanas visionarias capaces de capturar el flujo directo y reversible de las formas y expresiones que van y vienen entre el cuerpo y el Universo entero, como estructuras articuladas en términos de totalidad, transformación y autorregulación.