Esta investigación parte de comprender el oficio artesanal no sólo como una habilidad de transformación de una materia prima, sino como una tradición y aprendizaje que pasa por la recreación de un saber-hacer en colectivo. De esta manera, su objetivo se centra en analizar la forma en que se configura la valoración de los saberes-haceres artesanales dentro de las dinámicas de producción y comercialización de los productos textiles del proyecto lanaclara en el municipio de El Espino, Boyacá. A través del abordaje metodológico que privilegia el aprender haciendo y la perspectiva etnográfica, se describe desde las experiencias corporales, sensitivas y del orden del conocimiento los valores que atribuyen las artesanas a sus acciones dentro de los distintos pasos de transformación de la lana virgen para la producción artesanal de prendas de vestir y los mercados culturales donde estos tienen cabida. En este sentido, el valor y los valores están configurados por las transacciones, atribuciones y motivaciones contenidas en la construcción y recreación de los saberes haceres. Las artesanías adquieren valores singulares a través de las formas en que las personas representan la importancia de sus acciones para producir escalas de valor, tanto de sus quehaceres como de los objetos que estas producen. Finalmente, se concluye que no existe el valor como una construcción unificada y estática que se puede rastrear, sino, unas negociaciones heterarquicas que fluctúan dentro de los sistemas culturales y económicos donde transitan las artesanías como bienes. Frente a estos sistemas, la voz de los artesanos reclama que su conocimiento y su forma de relacionamiento deben ser consideradas como un modelo social de cooperación que privilegia la reproducción de los comunes y la comunalidad.